Facebook inicio sesion

Hoy he hecho algo que hacía por lo menos cinco años que no me permitía:
me he tomado el día libre.

Sí. He latado. He fanado clase. He hecho pellas. Y me ha sentado divinamente.
Tenía que estar en Santiago a primera hora de la mañana: hubiera podido incorporarme al instituto las tres últimas horas sin clase, y trabajar en el despacho ordenando facturas. Pero hacía un día tan bueno que decidí dejarme estar, ir a desayunar por la zona vieja y perderme callejeando un buen par de horas.
He comprado regalos para A. También he estado a punto de Facebook iniciar sesion un abrecartas, pero en el último momento decidí dejarlo para otra ocasión.
Mientras paseaba, cerré balance de recados y tareas. Se me hacía necesario parar un momento, coger aire, y sacar de la cabeza al papel los trabajos pendientes y cuánto le voy a tener que dedicar a cada uno.

Sí, ya lo sé. Eso podría haberlo hecho en Semana Santa, pero cada cosa es para lo que es. Y esos fueron días de vacaciones completas, sin nada más que A. y yo, días de visitas familiares, de picnic improvisado en la cocina de mi mejor amigo porque empezaba a llover, de encontrar gangas en librerías de viejo, de mirarnos sin necesidad de decir nada, de quedarnos dormidos viendo una película de vídeo. De despertar estornudando porque el pelo de A. se me había enredado en la nariz. Días que anunciaban la primavera que parece haber estallado hoy de repente. Días para sentir, no para pensar.
Me hacían falta porque justo antes de las vacaciones estaba bastante agobiado, hasta tal punto que literalmente todo el trabajo me estaba hinchando "los triunfos", como les llama mi padre.
Necesito para organizarme haber desconectado primero. Y eso es algo a lo que estoy muy poco acostumbrado. Por eso días como hoy sientan tan bien. Y ahora sí que noto lo que me han cundido las vacaciones y lo agradable que es regalarse tiempo.
Aunque hubiera sido mucho mejor si A. hubiese hecho pellas conmigo esta mañana. Entonces sí me hubiera comprado el abrecartas, estoy seguro.